Originarios de Monterrey, Nuevo Léon, "Cartel de Santa" nos presenta su primer trabajo musical "Cartel de Santa", un disco que contiene 19 temas musicales bajo la producción de Jason Roberts uno de los productores más destacados de género rap alternativo y hip hop quien ha producido trabajos de importantes grupos a nivel internacional como: Cypress Hill, Ice Cube, House Of Pain, Guns N Roses, Control Machete, Plastilina Mosh. Cartel de Santa", está formado por Babo, quien es el vocalista o mejor dicho en términos de hip hop "El Mc" (master of ceremonies), y por Monoplug responsable del sonido y ritmos. Babo, el líder del "Cartel de Santa" encarna en sí mismo a tres personalidades las cuales se posesionan de su ser y conducen su vida: I-Real Emecías: Implacable, claro, sin rodeos, devastador, elimina a su competencia sin dejar nada. Papi- B: Es egocéntrico, vanidoso, el número uno, Play Boy. MC Babo: Es el responsable del discurso sin ataduras, asume una fuerte responsabilidad del sentido en el que se mueve la vida misma. En este material discográfico encontrarás grandes temas impregnados de hip hop como "La Pelotona", "Mi Ciudad", "Burreros", "Chinga los Racistas", "Quinto Elemento" y "NTN" que MC Babo (vocalista), se encarga de que la lírica salte directamente de las bocinas para materializarse en imágenes vividas de la situación de muchos, así como en "Perros", "Asesino de Acesinos", "Super MC´s" y "Jake Mate". "Cartel de Santa" es implacable al dejar en claro que a través de su verbigracia pretende "eliminar" a quien se cruce por su camino y en "Todas mueren por mi" y "Para aquí o para llevar" es Papi-B quien se encarga de erigirse como el campeón con corona de las rimas egocéntricas. Todo esto aderezado por las crudas melancólicas y potentes guitarras de Monoplug que sobre una sólida base de "beats" sin concesiones reafirman la contundencia del Cartel. Un álbum tan real como sus personajes, entregado por no una banda, sino por un reflejo de nuestra gente, la que diariamente cae y probablemente no se levanta, que se autoredime o se autodestruye, que en muchas ocasiones siente sin demostrar, pero que en un mundo en el que no hay tiempo para detenerse o asimilar esta realidad, es quien la condensa en un solo lugar, que indudablemente representa la supervivencia del más fuerte. Actualmente se encuentran promocionando su segundo sencillo "Todas mueren por mí", el cual ya esta en las principales estaciones de radio, así como el video en canales especializados en música. A la par de este, su primer álbum, Cartel de Santa participó en el disco homenaje a José Alfredo Jiménez: "XXX Un Mundo Raro" con una versión moderna de "Ella", tema que sin duda causará gran controversia pero a la vez nos dejará sorprendidos. Luego del éxito que ha sido el tema de "Fear Factor" se decidió lanzar una nueva edición del disco, en la cual podremos encontrar dicha canción, además del video del segundo sencillo "Todas mueren por mí"
Originarios de Santa Catarina, cerca de Monterrey, este Cartel se lanza al mundo del hip hop sin pelos en la lengua. Desde una introducción contundente y despojada de eufemismos e hipocresías, el debut de este trío mexicano –integrado por MC Babo, Dhariusy Monoplug, producidos por Jason Roberts– reune varios de los requisitos posibles que lo definen como rudo y crudo. El aparente cachondeo cursi del coro femenino en “Todas mueren por mí” termina revolcándose con un deliberado machismo gandalla, cargado de clichés de rap-star y aspavientos que le son inherentes al gangsta. Situación que se revierte en “NTN” ubicada en una posición anti-machista. Por momentos se dejan envolver por la resultante de una supuesta afrenta de Control Machete. Bajo el título de “Asesino de asesinos” MC Babo –por cierto, vaja paradoja, con un estilo similar al de Fermín IV– lanza rimas directas, cuyo puente de enlace son palabras que dan origen a la etiqueta de advertencia que aparece en portada, referente al lenguaje utilizado y recurrente en cada uno de los temas. El discurso continúa con “Cannabis”, enarbolando la bandera pro-marihuana tan alto como la relajación que provee, defendiendo el proyecto de legalizar la “esencia sagrada”. A manera de fe de erratas dentro de esta aplogía, al final, manejan la palabra “hachís” como sinónimo de la hierba prohibida. Entre eventuales maldiciones y blasfemias, nos encontramos frente a un disco bien producido que carga con el peso –para bien o para mal– de una lírica pretenciosa, agresiva y explícita –callejera por el uso de lenguaje violento– que en apariencia resulta de la rabia acumula da por Babo durante el tiempo que permaneció en prisión. Así, desde la anti-yanki “Burreros”, el amedrentamiento de “Perros” (“Jodido en el bolsillo, pero rico en el lenguaje / Mis enemigos tiemblan cuanto sienten mi coraje”) hasta la descripción que hacen de sí mismos como banda (“Quinto elemento”) y la fiereza combativa de la efímera “Rima2” (“Checa el micrófono / y a los demás MC’s quémalos como fósforos), el Cartel se toma muy en serio el sentido de competencia; condición que puede revertirse en momentos. como en la efectiva plegaria “La Pelotona”. En varias ocasiones la temática del disco parece estar ofuscada por un desgastante resentimiento social y reflejo de una desadaptación –o reincorporación– traducida en una cadena interminable de mentadas y una bola de nieve llamada descontento, al tiempo de elevarse a un ostentoso plano mesiánico o de chovinismo gratuito (“Chinga a los racistas”). Habrá que tomar en cuenta la triple personalidad del MC: el devastador I-Real Emecías, el narcisista Papi-B y el mismo Babo. No obstante, el atino con el que redondean temas como “Mi ciudad” y “Para aquí o para llevar”, es una buena razón para revisar este álbum.
Originarios de Santa Catarina, cerca de Monterrey, este Cartel se lanza al mundo del hip hop sin pelos en la lengua. Desde una introducción contundente y despojada de eufemismos e hipocresías, el debut de este trío mexicano –integrado por MC Babo, Dhariusy Monoplug, producidos por Jason Roberts– reune varios de los requisitos posibles que lo definen como rudo y crudo. El aparente cachondeo cursi del coro femenino en “Todas mueren por mí” termina revolcándose con un deliberado machismo gandalla, cargado de clichés de rap-star y aspavientos que le son inherentes al gangsta. Situación que se revierte en “NTN” ubicada en una posición anti-machista. Por momentos se dejan envolver por la resultante de una supuesta afrenta de Control Machete. Bajo el título de “Asesino de asesinos” MC Babo –por cierto, vaja paradoja, con un estilo similar al de Fermín IV– lanza rimas directas, cuyo puente de enlace son palabras que dan origen a la etiqueta de advertencia que aparece en portada, referente al lenguaje utilizado y recurrente en cada uno de los temas. El discurso continúa con “Cannabis”, enarbolando la bandera pro-marihuana tan alto como la relajación que provee, defendiendo el proyecto de legalizar la “esencia sagrada”. A manera de fe de erratas dentro de esta aplogía, al final, manejan la palabra “hachís” como sinónimo de la hierba prohibida. Entre eventuales maldiciones y blasfemias, nos encontramos frente a un disco bien producido que carga con el peso –para bien o para mal– de una lírica pretenciosa, agresiva y explícita –callejera por el uso de lenguaje violento– que en apariencia resulta de la rabia acumula da por Babo durante el tiempo que permaneció en prisión. Así, desde la anti-yanki “Burreros”, el amedrentamiento de “Perros” (“Jodido en el bolsillo, pero rico en el lenguaje / Mis enemigos tiemblan cuanto sienten mi coraje”) hasta la descripción que hacen de sí mismos como banda (“Quinto elemento”) y la fiereza combativa de la efímera “Rima2” (“Checa el micrófono / y a los demás MC’s quémalos como fósforos), el Cartel se toma muy en serio el sentido de competencia; condición que puede revertirse en momentos. como en la efectiva plegaria “La Pelotona”. En varias ocasiones la temática del disco parece estar ofuscada por un desgastante resentimiento social y reflejo de una desadaptación –o reincorporación– traducida en una cadena interminable de mentadas y una bola de nieve llamada descontento, al tiempo de elevarse a un ostentoso plano mesiánico o de chovinismo gratuito (“Chinga a los racistas”). Habrá que tomar en cuenta la triple personalidad del MC: el devastador I-Real Emecías, el narcisista Papi-B y el mismo Babo. No obstante, el atino con el que redondean temas como “Mi ciudad” y “Para aquí o para llevar”, es una buena razón para revisar este álbum.
